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MESES SIN VOS...
Es imposible de superar...
La
caverna
La caverna era
un símbolo tradicional en la antigua Grecia,
representaba la oscuridad, las tinieblas.
Platón lo adopta como metáfora del mundo sensible, del mundo de la doxa.
Sus
habitantes, los filodoxos [amantes
de la opinión], viven en un estado de eikasia,
confunden la imagen del objeto [las sombras proyectadas] con el objeto
propiamente dicho.
Como no conocen otra forma de vivir [ya que están
encadenados], no se cuestionan si las sombras son objetos reales o no, de hecho
parten de la premisa de que las sombras son los únicos objetos existentes. Y
hasta compiten en reconocer las sombras y entregan premios y galardones a
quienes son más hábiles en reconocer dichas sombras.
Los filodoxos
viven en un estado pre-humano, no son conscientes de su vida humana y de lo que
implica ser humano.
Fisiológicamente
son hombres, pero para poder desarrollarse como hombres genuinos, les hace
falta una educación, una formación [la paideia].
Ellos
no se ocupan de formarse porque para ellos no existe nada más que la vida en la
caverna, no sienten ninguna
inquietud porque el estado en que están lo aceptan como su estado natural.
Hoy en día, gran parte de la gente vive de esta manera,
sometidos al “se” o el “uno” de Heidegger.
Estudiamos porque sin titulo “uno”
no consigue empleo y no por el amor a la
sabiduría. Está mal visto por “la
gente” ser una madre soltera, por eso “uno”
debe casarse y no por amor. La mayoría de las personas confunden literalmente
la imagen con la realidad al dedicarle gran parte de su tiempo a la televisión,
la computadora o el Internet.
La
televisión, en vez de convertirse en un importante elemento didáctico, es
reproductivista como diría Marx,
reproduce las ideologías del sistema vigente que aspiran a homogeneizar a los
integrantes de una sociedad. Dejando así cada vez menos espacio para el
desarrollo del individuo que puede llegar a pensar por cuenta propia y, quien
sabe, empezar a cuestionar al gobierno del “tirano
impersonal”.
Si, por x motivo,
despiertan al prisionero de su “sueño
dogmático” y lo “liberan de su
afrosynee”, este se sentirá confuso e inseguro.
Al liberarlo de la caverna, se encuentra en el mundo real [el mundo de las
ideas].
Pero no
entiende este mundo ni sus objetos, todos sus valores, verdades y conocimientos
aprendidos en la caverna ya no son
aplicables a este mundo nuevo que lo cegó con su luz.
Quisiera
volver a su caverna, a sus sombras
familiares, a su modo tan seguro y cómodo de ver las apariencias.
Aunque
ignorante, estaba totalmente tranquilo en su mundo de la opinión, ahora entró
en una crisis [El carácter chino para “crisis”
es un compuesto de dos diferentes caracteres: peligro y oportunidad.]. Pero la crisis, el conflicto produce cambio.
Es entonces que comienza su educación, paulatinamente empieza
a adaptarse a su nuevo mundo, discierne sombras, luego imágenes, objetos y
finalmente el sol.
Comienza
a escuchar otras opiniones, nuevos conceptos, a leer artículos periodísticos,
luego revistas, después abre un libro, luego otro, termina yendo a una biblioteca,
compra libros por su cuenta, piensa, deduce, cuestiona y arma teorías propias.
Se
aproxima a la luz del sol, a la Idea del
Bien y se convierte en filósofo.
Entonces
se da cuenta de que tiene una misión:
despertar a sus ex-compañeros en la
caverna.
Debe
concientizarlos de que las sombras son apariencias y que existe la verdadera
realidad más allá de los confines de la oscuridad de la caverna.
Debe
indicarles que están viviendo una vida animal y no humana, incitarlos a buscar
su propia identidad y librarse de las cadenas de “la gente”.
Debe
mostrarles que los valores de Hollywood no son las medidas de bondad, virtud o
belleza, que una madre soltera puede perfectamente brindarle amor y educación a
su hijo, que el estudio no es un medio para lograr dinero, sino un medio para
obtener conocimiento, que es un fin en sí.
Si el
éxito depende de la belleza física o de la posición económica, Sócrates, Einstein, Foucault o Stephen Hawkins entonces no fueron
exitosos?
Pero cuando el filósofo
vuelve a la caverna es cegado de
nuevo, pero ahora por la falta de luz. Se acostumbró a la realidad y no puede
volver a concebir las sombras como objetos reales.
Una vez
abiertos los ojos no pueden volver a cerrarse.
No verá
las sombras reflejadas y no podrá competir con los encadenados, porque ahora
empezó a ocuparse de las ideas morales, metafísicas y matemáticas y no se ocupa
más de las cosas sensibles ni de las imágenes.
Los prisioneros piensan que la única realidad es la caverna y que las sombras son objetos reales.
Por lo tanto, si el filósofo que
antes de salir de la caverna
reconocía las sombras y competía tan bien como cualquier otro filodoxo en distinguirlas, ahora no las
puede distinguir, su salida debe haber sido perjudicial.
Si le preguntamos a un ingeniero nuclear o a un bioquímico
que está compenetrado en su labor profesional por qué Susana Giménez se peleó con su marido o cuando es el
cumpleaños de Maradona, es muy
probable que no lo sepa.
La gente que vive en el mundo sensible, que vive mirando televisión o
leyendo Caras, dirá que es un
ridículo. Pero él en realidad está buscando un nuevo anti-virus o una nueva
forma de energía en beneficio de toda la población mundial.
El filósofo no distingue las sombras de la caverna como antes, no sirve en el mundo
de las cosas sensibles.
Y además quiere liberar a los encadenados.
Pero éstos
suponen que su salida lo perjudico y se resisten al ascenso dialéctico o hasta
pueden llegar a matarlo como a un mosquito molesto que pica a un caballo
apático.
©® Mariano Ruy Labraña: la
alegoria de la caverna, marzo, 1988.
Trabajo práctico - Asignatura: Filosofía
Profesora: Marta Simeone
Universidad Argentina “John F. Kennedy”-
Jueves, Turno Noche - Curso De Verano 97/98