domingo, 1 de agosto de 2021

Mariano... 

hace 3 años que te nos estabas yendo...


«La vida de los muertos 

se coloca en la memoria de los vivos»

Marco Tulio Cicerón.





    Todavía increíble e insufrible...


      A menudo escuchás que con el tiempo se va a hacer todo más

fácil, pero no: cada vez es más difícil. 


    Vos amabas tantas cosas y tenías tanta vida que no podemos  

entender esta muerte que te nos arrebató en sólo cinco días...  


    Por suerte a veces suceden cosas inexplicables que después 

asociamos a vos, a pesar de que para algunos podría ser 

simplemente azar...


     Este mes, Caro iba en su auto y frenó ante una especie de 

camioneta o algo por el estilo y, distraída en lo suyo, de pronto se 

dio cuenta de que no estaba alucinando, de que era real lo que 

estaba viendo debajo de la marca del vehículo en la parte de atrás. 

    No lo podía creer... 

    Se sintió palpitando de emoción, de alegría, de angustia... Estaba 

viendo la firma de un graffiti: «Cyrus»!  



    

   Era el 23 de julio.

   Me lo envió. Dicen que hay señales que te mandan tus seres 

queridos y ese mismo día yo estaba revisando unas libretas Norte en 

las que cuando tenía quince o dieciséis años hacía mis anotaciones y 

escribía mis versos de entonces, estimulada entre otros por Juan José 

Fanego y su tribu de Valdenegro -entre ellos Miguel Ángel Omes al 

que siempre conocí por «Pinky», que me llamaba «la campesina 

rusa» y que fue el marido de Silvia y padre de su hijo. Sí, el marido de 

la sanjuanina, Víctor Mariani y algunos que no recuerdo-. Todos me 

llevaban una década en edad, pero eran mis mentores y me de que 

tenía que seguir escribiendo porque lo que escribía valía la pena... 


    Y revisando esa libreta, la primera que era de antes de conocer a 

tu padre, me encuentro con un poema que hice el 2 de agosto de 

1964. Ni yo podía creer lo que leía y pasé a Word. Se lo mandé a dos 

amigas sin decir fecha de escritura, una la sanjuanina y otra, mi 

amiga Mónica. Ambas sabían que yo venía mal pensando en estas 

fechas y a ambas les pareció que lo había escrito ahora. ¡Para nada!


    He aquí el poema del 2 de agosto de 1964.

  

Dibujos del café

 

Tengo las manos antiguas

como uvas carcomidas

                   antiguas y sensibles.

 

Mis manos que están sintiendo

desde que nació la tarde.

Entonces

al verlas

elevo mi silencio a la letra

y soy yo quien siente

unos deseos pumas

de tenerme lejos

a todo traquetear.

Se me chorrean

entre ese crepúsculo de ruidos y voces

las mieles y las nubes

y apretado,

acurrucado en un rincón,

el último respiro

que cayó de bruces

en mi piel.

 

Entonces

quiero serme

el manantial o la memoria

y quizás

una voz trillada a trigo limpio.

Y soy

una sombra,

el trazo que se dibuja solo

en el café,

un pan ausente que se siente madurar.

 

Entonces

me rebelo...

Mis todas dimensiones,

mis células aprisionando nuncas

se rebelan

a veinte gritos.

Quieren morir gritando.

y un silbo frío y seco y viejo

se envuelve entre los paraguas

y la calle

mientras, un susurro de tiempo final,

se va ensañando

poco a poco

a angustia vieja

entre los muslos... el dolor.      


           Hoy se lo conté y leí a Caro y me dijo que vos llamarías a esto: «profesía 

autocumplida»... 


           Y me acordé de esa frase tan conocida que algunos atribuyen a Albert 

Einstein y otros refutan:  «Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde».


        Y pensé en los tiempos en que no sabíamos que éramos felices sin darnos 

cuenta cuando nos íbamos con o sin destino con La Chanchita -como 

llamábamos a la camioneta Volks Wagen que Lucho convertía en casa rodante... 


Con LA CHANCHITA en el Mediterráneo


           Total, todos éramos chiquitos y parábamos en donde queríamos y cuando 

parábamos tu padre se hacía el cacique y se golpeaba el pecho haciéndose el 

loco y decía palabras raras  y vos lo imitabas. Y se iban a buscar provisiones 

juntos... 

          

    Nosotros dormíamos en una especie de cama atrás y vos, en el asiento de  adelante y no nos dábamos cuenta de lo que teníamos, de esa felicidad  a la que no le dábamos tenía ese nombre en esos momentos... 

         Y vos lograste lo que nunca nadie logró sin que me agarrara un ataque de 

pánico, meterme en ese mar... 




    Porque a vos siempre te encantó el mar... 






      Pienso en  vos que fuiste un ser humano muy loco y muy 

múltiple,  «davinciano» podría decir, imitándote como cuando te 

referías a Cherry  Duyns o a Juan Carlos Cáceres, que podías desde 

discutir sobre cualquier cosa o  tema con fundamentos, a cocinar a 

jugar al fútbol, a ser hincha, a practicar  artes  marciales, a leer 

todo, hasta a Stefen Zweig de quien me hablaste en nuestra último 

contacto, a pintar, a  escribir, a leer cosas o saber de música de todo 

tipo y lugar, a hablar las lenguas que  quisieras... y sobre todo a amar 

a la naturaleza y a los animalitos y a las plantas con tus manos 

verdes...


    Pienso en vos me acuerdo de tu admirado y discutido Friedriech 

Nietzsche que en su Humano más que humano - Menslich Allzu 

Menslich  que seguro que leíste en alemán y me repito sus palabras: 


     «El arte es evocador de los muertos. [...] Asume accesoriamente la 

tarea de conservar el ser... [...] y «el poeta es aliviador de la vida.»


   Y sobre todo esa oración de la que por momentos duda, aunque la 

repite: 

          «Lo muerto continúa viviendo ya que se presenta en los vivos 

durante el sueño»

   
      Y quiero creer en eso para tenerte más cerca... mucho más... loco 

lindo... ojitos... 







      Se te extraña demasiado...

Agosto 2021.

65      MESES SIN VOS...               Es imposible de superar...        Y más cuando uno ve todo lo que tenías...        todo lo que te int...