Mariano...
41 meses!!!
Hace 41 meses
y… de pronto en sólo cinco días
nuestra vida se nos convirtió
en un oxímoron que, al menos,
hasta ahora sigue.
No es una figura poética
que yo enseñaba con placer
en mis talleres literarios
o en mis colleges.
Ahora ese placer es
–lo que hace poco me enteré-
que llaman «duelo patológico»
que hiere la vida…
Y creo que hace 41 meses la hirió para siempre…
«¡Never say Never!» / «Nunca
digas nunca!»
Digo:
¡Siempre siempre…!
desde ese día infausto
que me hace ser cada día
un No ser… No ser yo…
¡Siempre siempre…!
Y me hace cada día
dudar más
de las bases de la metafísica…
Entonces cada día
se me vuelve más y más injusto
y da rienda suelta a mi heterodoxia
y mi alma se me vuelve casi
-¿casi?- hereje….
Y entonces cada día
Ese Ser Supremo… ese Ser Yo…
se me cae de todas las estanterías
de mi sensibilidad y de mi inteligencia…
Se me caen de rebeldía…
Se me caen de tristeza…
Se me caen de languidez…
Salvo cuando una o dos estrellas
están en el cielo de nuestro patio
y me consuelo llorando
[otro oxímoron real y bien físico]
pensando que tal vez estás ahí
con Farid Rislani,
con todo el bicherío y
con toda nuestra gente querida que se nos fue…
Y aun así todo sigue sin sentido…
Y pienso en tu admirado
Friedrich Wilhelm Nietzsche
que desde Torino le escribió a su madre:
«Mutter, ich bin Duum…»,
tal vez en el último residuo de lucidez
antes de su demencia…
Y yo, que también lo admiraba
desde mi adolescencia y una frase suya
fue mi lema desde entonces:
«Was mich nicht umbringt,
macht micht stärker…»
«Lo que no me mata, me hace más fuerte…»
Otro oxímoron…
Tu ida me mata…
pero no puedo hacerme más fuerte.
¡Al contrario…!
Enero 2, 2022.
Mariano... con toda la mar detrás... Cómo adorabas el mar... Cómo adorabas la naturaleza... Cómo adorabas el conocimiento... la historia... |
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