jueves, 25 de octubre de 2018


El nacimiento

         El trabajo de parto fue muy lento y duro. Vino una partera y le dijo: "Va a ser un varón y va a tener tus ojos”.
         Doce horas y finalmente hubo que utilizar forceps, esas pinzas infaustas.
          A Ana le dieron un calmante, una enfermera joven y anónima le sostenía la mano y Ana no vio al bebé que nació a las 16. 35.
         Cuando se recuperó, al no verlo y sí ver que la ropita que habla nevado estaba al Iado de la camilla, pensó que su bebé babía muerto y se puso él llorar y ahí la enfermera que le había sostenido la mano le trajo semienvuelto en una mantita de algodón a un cabezoncito rubio, de grandes ojos abiertos y azulverdosos con el mismo rostro que a su papá y se lo pusieron al lado. Nunca pensó que los bebés eran parecidos él alguien, pero éste era un calco de su papá. Además cuando supo la dimensión de la cabecita [11.05 cm] se dio cuenta por qué le habían hecho forceps.
         En el traslado a la habitación, con Celia al lado de la camilla, vio a un policía y pensó que la venían a buscar él ella. Pero no. La pusieron en una cama en esa habitación que parecía un pabellón de principios de siglo XX con un montón de mujeres y bebés. Después vino Otalora, el doctor que la atendía y le dijo que la policía estaba porque habla una compañera de Devoto y la habían llevado a parir… Por la noche Ana se quiso levantar a ir al baño y se desmayó y una enfermera que era como un sargento la retó mal.
         Tarde le trajeron al bebé y se lo pusieron a un costado.
         Todo esto el lunes 9 de abril de 1973.
         Cuando se pudo levantar intentó ir a ver a la compañera, pero pero no la dejaron. A la noche había un carro de asalto en la puerta del Hospital y todas las parturientas gritaban contra «la guerrillera» que estaba en la habitación de al lado.
         Ana fue a anotar a su hijo en el Registro Civil de la Maternidad. Llevaba el libro del Cantar del Mío Cid que le había prestado Mercedes Alas para discutir el segundo nombre: Ruy porque no estaba en la lista de los permitidos. Como su padre estaba preso fue anotado primero como «hijo de madre soltera»: Mariano Ruy SEBASTlÁN.
         El día 11 de abril vino el tío Jorge e hizo las primeras fotos [no se acostumbraba en esa época y pensaban que la mamá era muy importante, pero ¿por qué estaba en ese agujero Ileno de cucarachas que cminaban por los barrotes de la cama?]
         La foto fue llevada a su papá a Villa Devoto y la puso en su celda. Antes había recibido un telegrama de Lili Mazaferro en el que le anunciaba que era padre de un varón.  Finalmente Mariano y su papá se conocieron en la cárcel el día 18 de mayo, una semana antes de que fueran liberadosdos los presos de Villa Devoto y su papá le miraba los deditos y las uñitas y  decía: «son igual a los míos… Éste sí que es mío!»
         Aquí la primera foto de Mariano Ruy todavía con el apellido Sebastián y de Ana y Mariano en la Maternidad Ramón Sardá.



 

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