Mariano
51 meses sin vos…
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Los tres en el Coliseo - Roma 1979 Tiempos difíciles, pero de gran unión y felicidad, de mucha vida... |
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Los tres en el Coliseo - Roma 1979 Tiempos difíciles, pero de gran unión y felicidad, de mucha vida... |
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Mariano en la tumba de Carlos Gardel en Chacarita - 1999 |
Y te busco
y no te encuentro…
Y veo una
estrella y pienso en vos…
Y después,
lloro…
Y después
estás en todas partes.
En
cada cuaderno tuyo -sea del Montessori Kindergarten en Hasebroekstraat 133 a una cuadra de casa en el Kinkerbuurt, en los del Primario, en los del Secundario – Havo en Amsterdam y
especialmente cuando fue a la antroposófica Geert
Groote School en Amsterdam, Secundario que revalidaste en
Buenos Aires, en los de la Universidad aquí, en tus anotadores,
libretas… siempre hay observaciones, comentarios y dibujos tuyos ad hoc con la materia u otras cosas
porque seguro te aburrías…
«
A Spitz le llama la atención las chicas
que lloriquean, lo llama “depresión”, análogo a los adultos es igual a la de los adultos.
En
las chicas habla de la estructuración del aparato: pérdida de peso, pérdida del
interés, rigidez glacial del rostro.
Analítico,
basado en Freud, dependencia original
del infante de la persona que lo alimenta, las cría y las protege. Cuando la
depresión emocional no se supera la sintomatología […] se agrava de manera
irreversible y se dejan hasta morir…»
Y no sé ni encuentro cómo ni por qué
seguir…
Sólo llanto y languidez...
Y aquí van escuelas, compañeros, dibujos
y el amor y mi dolor patológico que te sigue extrañando…
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Montessori Kindergarten en Hasebroekstraat |
Mariano…
4 años sin vos..
Ya pasaron...
Ya pasaron... Y no te tengo...
¡Ojalá
pudiera creer -como muchos sin duda
alguna- en un dios plenipotenciario,
creador del cielo y de la tierra, que te haya llevado con él por tu calidad
humana a un mundo celestial en donde vivirás para siempre entre el mundo de los
mejores!
Ojalá seas, como a
diario quiero creer, esa estrellita -en realidad, el Planeta Venus o el Lucero-
que trato de ver todas las noches en nuestro patio.
Ojalá estés junto a
todos nuestros seres queridos que se fueron antes y después que vos... Y con todo el bicherío amado...
Pero,
soy rebelde y soy heterodoxa, y a menudo, muy a menudo, a diario casi, me
indigno y siento tu ida como la mayor de todos las mayores injusticias que
sufrí y sufro.
¡Y no puedo sin vos!
Me rebelo, estoy no sólo dolida y resentida con este hecho
fatídico, sino que no paso día sin estar mal... triste... sin motivo de vida... sintiendo esa
injusticia x irte antes que nosotros!
No hay ninguna razón para que los hechos sucedan al revés de
cualquier razón…
No sé por qué se van primero los mejores, los más sensibles, los más sensitivos, amantes de la naturaleza, del arte, del estudio, inquietos y pasionales....
Caminamos mucho juntos… mucho… y no me quedan caminos…
¡El dolor, vengativo, revive todo al infinito!
Y no sé ni encuentro cómo ni por qué seguir…
Sólo llanto y languidez...
Agosto 2, 2022.
Mariano
47 meses!
Mariano... tendría que haber escrito algo hace una semana
cuando volví de verte en Chacarita...
Pero no pude....
Lo quise hacer después... y tampoco...
Menos cuando, cuando ordenando aquí, me encontré con
todos tus cuadernos y libretas de Amsterdam del Primario y
del Secundario...
De Nederlands a Duits, de Optiek a Frans, Wiskunde, Geographie,
Geschiedenis, Latijn, etc.
Y en todas hay textos tuyos, de tu invención, y dibujos que se te
ocurrían...
Y me vino la melancolía [> latín, melancholia > gr. ant. > μελας -
melas = 'negro' + χολης - cholis = 'bilis', o sea, 'la bilis negra', uno de los
cuatro humores cardinales en la medicina de entonces, el humor
negro -no en el sentido que lo entendemos aquí y ahora sino en la
medicina de Hipócrates que era -el humor del dolor, de la tristeza...'
Un poco diferente a la nostalgia, aunque algunos las tengan
como sinónimos...
Recién hoy me atrevo a postear un dibujo tuyo que encontré allí
y escaneé...
Mariano
46 meses…
«Recuerde
el alma dormida, avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo
se viene la muerte tan callando,
cuán presto se va el placer, cómo, después
de acordado,
da
dolor; cómo, a nuestro parecer,
cualquiera
tiempo pasado fue mejor…»
Jorge
Manrique
Coplas por
la muerte de su padre
Y cada día todo es peor..
Cada día que pasa es más duro…
Más insondable…
Más invisible…
Y vos no estás a mi lado ni riéndote ni protestando o puteando o
revolcándote con los animalitos.
Eras mi compañerito que, a los tres años, aprendiste a escribir con sólo una media hora en que en la cocina del departamento de Estomba y la vía, te enseñé sólo la unión de tres letras.
Yo te enseñé sólo la unión de tres letras: a – m – p
y la á con un medio sombrerito arriba. Y una te la enseñé como un redondelito
con una colita para abajo a la que se podía poner ese medio sombrerito, pero al
final, la otra como una montañita y la otra, como un redondelito con un palito
para abajo.
Y te enseñé a unirlas y te las leí y vos mirabas todo… todo… todo muy concentrado. En realidad yo lo hacía para distraerte un poco porque estabas haciendo lío. Y así te enseñé a ver cómo se escribía papá y mamá y te lo hice escribir. Y lo hiciste de una y ahí me dejaste sola en la cocina con el papel sobre la mesa.
Y te fuiste a tu pieza y
volviste con un libro que todavía se conserva en una de las bibliotecas de esta
casa que estaba destinada a vos que la considerabas -después de tantas vueltas y aventuras y
desventuras de nuestras vidas- «tu lugar de
pertenencia.»… Y ahora es un museo doloroso…
Ese libro era una edición de la época de Los tres chanchitos de tapa y hojas duras… Y lo abriste y te
pusiste a leer de una. Sólo te cortabas cuando aparecía un signo de puntuación
porque no te los había enseñado. Sólo te había enseñado tres sílabas!!!
Me quedé dura y al mismo tiempo te toqué la frente -y fue tal cual lo cuento- porque no lo podía creer y pensé que tenías fiebre que eras un fenómeno raro con tu enorme cabezota.
Y eso que yo hacía sumas y restas y recitaba a los cuatro años las tablas de multiplicar de memoria y Tío Ángel me mostraba como un bicho raro también cuando iba con él y con Tía Elvi Hotel La Armonía de Benito Juárez y después íbamos a la estancia del Dr. Taladriz en Tedín Uriburu y me veo bajo las noches terriblemente estrelladas respondiendo a esas preguntas que me hacía Tío Ángel con orgullo.
Pero en esa cocina no podía creer tu inteligencia que se desenvolviendo a una rapidez de vértigo así como tus tan diversas capacidades que iban desde lo deportivo a lo estético, a lo musical, a la curiosidad sobre las ciencias, la historia, casi todas las arte y para la vida… los animales... las plantas... la naturaleza.... para saber ser amigo de tus amigos…
Y te nos fuiste de golpe en cinco días….
Y, -aunque tengo mis dudas, mis rebeldías y heterodoxias, miro todas las noches al cielo de nuestro patio buscando las dos estrellitas que suelen estar allí –una, la luminosidad del Planeta Venus y la otra, no sé su nombre- pensando que tal vez estás allí con los bichitos de tu vida, de nuestra vida y todos nuestros seres queridos… Sin embargo, no me termino de consolar…
Una vez había escrito –por amor y desamor- unos «poemas del
desconsuelo » que terminaron siendo publicados con otro título.
Ahora tendría que escribirte a vos poemas del desconsuelo… y ni
siquiera me queda ánimo para tener algo de la creatividad que vos te merecés…
Uno puede como Manrique imaginar la muerte de sus mayores, de
sus congéneres, de sus compañeros… pero nunca sabe lo imposible que es soportar
la muerte un hijo único que se te va de repente…
Y así… no se puede… Aunque hoy te haya llevado flores y las haya
acomodado y haya estado charlando con vos y besando tu foto frente al Recinto de los Ilustres que te rodean y
tocado el mármol con la hermosa frase tuya que está ahí…Imposible…
Junio 2, 2022.
Mariano
45 meses…
«Siempre adelante seguía
y siempre se hacía más ancho…
y todo nuestro correr
parecía fugar eterno. »
Johan Wolgang von Goethe
West-Östlischer
Divan, 1819
–inspirado en Diwãn -1368-
del poeta sufi Hafiz Shirazi
[Shiraz, hoy Irán 1325 – Ibidem, 1389]
Mariano, compañerito en las buenas y en las malas que siempre fuiste adelante conmigo… hoy no puede ir a verte ni llevarte flores… y me siento con culpa…
Sigo cada día más triste y, al leer este verso del Diván del Oeste y del Este de Goethe,
pensé en vos, que «siempre adelante» seguías conmigo y te me adelantabas
siempre como te adelantaste en esta ida prematura.
Y me vino a la mente cuando nos fuimos de Argentina y vos te
adelantaste al cruzar la frontera con Brasil y decirme: «Prohibido está mal
escrito». El cartel estaba ya en Uruguayana…
Y llegamos juntitos a otro lugar –como habíamos llegado antes, en 1976, a Asunción del Paraguay, tipo de país feudal que yo pensaba hasta entonces que esos países sólo existían en las películas de Hollywood-. Y a la semana huimos de eso que, para mí hasta mi cáncer, fue el sinónimo del infierno y volvimos a Buenos Aires a seguir corriendo nuestras aventuras y desventuras.
Primero llegamos a Río de Janeiro. Y de ahí enseguida nos mandaron para un lugar que desconocíamos hasta de nombre.
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Septiembre de 1977 en Pão de Açúcar |
Y al leer lo de Goethe y lo del poeta sufi del Diwan,
me vino a la mente Muriquí… que ya veíamos como un paraíso…
Y ahí escribí este poema con vos de mi mano el 9 de septiembre
de 1977…
Poema que, modificado, apareció en mi último libro de poesía en
la parte que se llama Los brazos del
olvido
Refugio
Ahora el mar es un remanso:
la dulce bahía de
los sueños
y el cielo es
más azul
tras los cerros enarbolados
y quietos,
tras la niebla crepuscural
de los cerros
y las palmas,
y la luna
un viejo y ancho rojo
círculo
tras la noche y los cerros.
El camino del destierro...
cincuenta y cinco horas
de viaje
y atrás otra luna,
la llanura,
la pampa interminable
atrás,
el tiempo...
Aquí, la tierra después del
naufragio
y cada uno,
el salvavidas primero.
¡Oh, triste es el
refugio de los muertos!
Atrás otro mar,
no esta bahía tranquila,
sosegada de los viejos sueños
y en ese otro mar nuestra nave hundida,
la única tabla de
nuestra balsa
la cruz de un madero en un mar
ensangrentado
y vos, marinero antiguo,
aún naufragando,
aún sin encontrar
el rumbo de los viejos
poetas
en el pequeño refugio
de sol
en las perdidas bahías.
Y ahí estabas vos…
Y siempre estás vos, estrellita aún en
la noche nubladas…
aunque te llore, te extrañe, siempre adelante… aunque sea lo más injusto que vivimos...
Y tanto Caro como tu padre sigan cuidando tus perritos a los que adorabas...
Mayo 2, 2022.
65 MESES SIN VOS... Es imposible de superar... Y más cuando uno ve todo lo que tenías... todo lo que te int...