Mariano...
38 meses...
«La vida de los muertos
perdura en la memoria de los vivos...»
Marco Tulio Cicerón
[Arpino, Lazio, Italia 106 a. C. -
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Y tanto es así que cuando uno no lo espera -en medio del
dolor y de tanta injustificable injusticia- aparecés en un papel, en
un objeto, en una sombra en donde uno al principio no se da
cuenta siquiera qué es...
Hace dos días encontré un papel típico de mis carpetas alemanas
con notas viejas... con direcciones viejas... que, como no entendía
qué eran ya iba a tirarla cuando vi, de pronto un número chiquito
con mi letra:
«CLASE 73 - SORTEO 771 - Nº de SORTEO: 778.
Convocatoria: se tiene que pagar el pasaje por medios propios
para la revisación.»
Y doy vuelta la hoja:
«Servicio militar en Países Bajos. Presentar un certificado del
Ejército Neerlandés con la excepción del servicio militar ante el
Consulado Argentino con traducción oficial de Traductor Jurado
para enviar al Distrito Militar de Buenos Aires.»
Y ahí me vienen unos recuerdos de 1991 -cuando tenías que
hacer el servicio militar- porque durante el Gobierno de Onganía
habían cambiado la edad a los 18 años...
Y ese año vine yo a Buenos Aires y tuve que ir al Cuartel de
Palermo, al Regimiento de Patricios.
Entré por Dorrego, me anuncié, crucé unos jardines y fui
a hablar el Oficial que me indicaron y le presenté los certificados.
Me hizo varias preguntas. Y finalmente fue aceptado y te
salvaste de la Colimba.
Y no sólo eso, sino que el Oficial me despidió diciéndome:
«¡Es terrible! Pero aquí se nos fue un poco la mano...»
Y así fue...
Y ahora me vienen todos esos días a la mente...
Y tantas otras cosas que pasamos juntos... y no juntos...
Y que lo que más te gustaba era ir de vacaciones con la
Chanchita -la combi Vokswagen que tu padre acondicionaba tipo
Motor-Home...
Y acabo de estar con Caro que me dijo que anoche volvió a
soñar con vos...
Y me viene de nuevo a la mente la frase de Friedrich Nietzsche,
uno de tus preferidos...
«La muerte continúa viviendo porque
se presenta a los vivos durante el sueño... »
Y aquí estás... en papeles perdidos, en objetos, en muñecos, en
plantas, en animalitos, en las mariposas, en el maracuyá cuya semilla
arrojaste y da frutos, en tus amigos de aquí y de allá -los que
conocemos y los que no..
Y mientras estemos... estarás siempre...
«Ojos locos...» como te dicen tus amigos de la Sívori Alta.
«Loquito del placard...»
Siempre...