Día del Niño pensando en Mariano
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Dibujo de Mariano a los cuatro años |
Lo que publico más abajo es el primer poema que le escribí a
Mariano a poco de estar embarazada.
En esa época solía escribir tipo cancionero
épico -como épicos considerábamos esos
tiempos y nuestra vida-, todo por razones políticas del momento, para que me
entendieran los compañeros y algunos de esos poemas fueron encontrados en la
pieza de alguno de ellos después de que lo mataran y fragmentos de otros está
todavía oscureciéndose en el bronce de las placas de sus tumbas.
Así seguí hasta que Paco Urondo desde la
cárcel me mandó a decir por qué escribía así tipo copla - romancero cuando yo iba
por el mundo, aun embarazada, con una super minifalda siendo una mina joven y requetemoderna,
que no estaba ni en el siglo XV o XVI ni a principios del XX.
Y ahí reflexioné unos días… Y volví a
encontrar mi estilo de antes y le mandé un poema que perdí, Crítica, que era la respuesta a uno de
él, Autocrítica.
Dejé esa necesidad de que me entendieran y
volví a tratar de ser la poeta principiante que algún día habían admirado mis referentes
literarios mayores que solía ver en la entrada de la casa de Valdenegro -en
donde vivía el primo de Graciela Marchueta, mi mejor amiga de la adolescencia-,
Juan José Fanego que me estimulaba a que siguiera escribiendo junto con su
troupe de Miguel Ángel Omes –Pinky- que me apodaba «la
campesina rusa», Víctor Mariani, entre otros.
De ahí este estilo que no es el mío actual
ya que uno cambia... por suerte o por desgracia uno es como el río de
Heráclito, puede seguir siendo uno sin repetirse siempre… Y, como soy rebelde y
heterodoxa por naturaleza, cambié y sigo cambiando.
Por eso este primer poema a quien sería
nuestro hijo -no existían las ecografías
y no se sabía hasta el final si era nene o nena-, está en este estilo sencillo
y en el espíritu de esa época.
Eso sí, las brujas de mi familia, me
hicieron una especie de prueba casera pocas horas antes de empezar a tener dolores de parte, el domingo anterior al lunes 9 de abril: pusieron, sin
que yo pudiera verlas, una tijera en una silla bajo un almohadón y en otra
igual un cuchillo. Después me llamaron y yo me fui derechito a una. Bajo el
almohadón estaba el cuchillo: sería varón.
Y cuando sola –porque su padre estaba en
Devoto- esperaba mientras sufría naturales dolores en la Sala de Preparto en la Maternidad
Sardá, una partera me vino a ver y me dijo: «quedate tranquila, va a ser
varón y va a tener tu color de ojos».
Todo esto me trae este Día del Niño.
A Grillito
Yo sé que a mi vientre
lo
ensancha un grillito,
un
grillito de luz.
Será
poeta como su madre,
llevará
en los ojos, como su padre,
una
pasión y una cruz.
Yo
sé que todas las tardes
se
endulza

Primeras palabras escritas
por Mariano a los tres años

por Mariano a los tres años
de
miel y de chocolate
y
se lleva mi alegría
y
mis tristezas
llevándose
un poquito
de
mi sangre.
Yo
sé que tengo un grillito,
un
grillito rubio
con
una cabeza grande
y
cantará cuando se enamore
o
cuando le pongan barrotes
los
cobardes.
Yo sé que tengo un grillito:
un
efrit de luna
bajo
mis carnes,
un
efrit de luna pálida
que
algún día me lo llevarán
los
caminos, el viento y las tardes.
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Mariano en Jardín Pininos - 1976 |